Esther Gomez Urdiales

Hablar de un artista siempre es una tarea difícil por lo transgresor o escondido que hay tras las creaciones contemporáneas. Pero para ser artista la mejor cualidad, a mi modesto entender, es la transparencia y la verdad. La pintura, es ante todo, un lenguaje, un medio para expresar y eso lo sabe muy bien Esther Gómez Urdiales.

El arte es la oportunidad de observar y recrear nuestra realidad. Cada vez que nos enfrentamos al acto de crear, debemos aplicar lo conocido y lo imaginado hasta convertirlo en una experiencia plástica. El arte por el arte mismo o, más comúnmente, el arte por el arte; es un principio de la estética idealista (desde Immanuel Kant: Crítica del juicio —1790—) y que se contrapone al realismo (no tanto al realismo pictórico o al realismo literario, sino al principio academicista de arte como imitación de la naturaleza –mimesis-); e implica la libertad del arte,libertad artística o libertad del artista.

De factura impecable, Esther, domina como nadie todos los procedimientos y técnicas artísticas. Pero todo eso quedaría en un segundo plano sino llegara a transcender y rescatar los sentimientos más profundos. En sus retratos se puede apreciar todo esto que digo. Dolor, felicidad, tragedia, ternura son algunos de los calificativos que se pueden extraer de esos dibujos y pinturas cargadas de gestos, calidades gráficas y espirituales. Sus naturalezas están vivas porque en ellas siempre hay un halo de esperanza y optimismo que se aprecia en la brillantez del colorido o por la introducción de algún elemento que nos recuerda a tiempos pasados, siempre mejores.

Estamos ante una gran creadora, genial por su técnica y artista por saber de sentimientos y saber hablar de ellos. Mira al futuro con optimismo, con la madurez necesaria para saber dónde quiere llegar y con la bondad, verdad y naturalidad que algunos perdemos con los años.

- Isidoro Moreno López, Licenciado en BBAA por la Universidad de Granada.